martes, 23 de agosto de 2011

TRON, el preludio de la interacción del futuro

 Recientemente Disney lanzó la versión cinematográfica moderna del videojuego y clásico de la pantalla grande TRON. Si bien es cierto que la tecnología empleada en su producción es mayor, la cinta hace referencia a los mismos conceptos que conlleva la historia original. Un joven se introduce en un videojuego diseñado por su padre donde la interacción máquina-usuario es completamente real, en primera persona e involucra la percepción por todos los sentidos. El joven encuentra dentro del sistema a su desaparecido padre pero se topa con una versión artificial de su progenitor que tratará de evitar su salida a toda costa, se sumerge en el mundo de la retícula o grid, donde todo es posible y con campos de batalla virtual donde quien pierde es exterminado. En éste punto, el joven Flynn se encuentra dotado de total autonomía, ya que, haciendo al lado el hecho de que se encuentra dentro de la interfase, posee su entera voluntad para hacer lo que desea. El control aparece en el momento en que puede manipular sus movimientos dentro del juego a su antojo, conducir vehículos virtuales y pelear a su antojo. El bar donde se encuentra Castor es el obvio referente de la hipermedia, un espacio encontrado dentro de los sistemas digitales en donde diferentes usuarios pueden interactuar entre sí e intercambiar información que les sea de utilidad con un acceso aleatorio (no lineal) aunque involucrando la multimedia (la música como sonido, la imagen representada en sus apariencias y la imagen en movimiento). El diseño en todo ésto tiene como padre a Flynn padre, quien tras crear todo un mundo automatizado en el cual se incluyen vehículos, armas y la rejilla o retícula (donde se presenciaban combates con motos) comete el error de crear programas en su auxilio dotados de autonomía, que finalmente lo terminan obligando a esconderse en su propio mundo digital, lo cual creo es una analogía de que en algún momento el ser humano será superado por entes digitales dotados de autonomía y control sobre nosotros o, en el mejor de los casos, desarrollará "interfaces", si así se le puede llamar, más avanzadas y que permitan la interacción con todos los sentidos.

domingo, 21 de agosto de 2011

Hipervínculos

 Si nos remitimos a una definición precisa, posiblemente diríamos que un vínculo es la unión por medio de puentes informáticos o enlaces de dos o más archivos o pantallas de navegador web y cuyo fin es facilitar el desplazamiento de un usuario a través de la red. Este enlace constituiría lo que para Xavier Berenguer  es una calidad de interacción muy baja, pero si combinamos la definición de vínculo con el prefijo "hiper" nos daremos cuenta de que ahora hablamos por "Hipervínculo" de un enlace o vínculo cuyo fin es el desplazamiento entre archivos y pantallas dentro de la web con una secuencia de acceso aleatorio, lo cual significa que nos da la posibilidad de desplazarnos a nuestro gusto a través de dichas pantallas, sin tener la necesidad de seguir una secuencia lineal y obteniendo así sólo los contenidos que nos interese consultar y no los que nos imponga determinado sistema. Por todo ello, los hipervínculos son las puertas principales en el largo camino de la interactividad digital.

Interactividad, Hipermedia e Interfaces


sábado, 13 de agosto de 2011

Multimedia e Hipermedia, la deshumanización en camino

 Multimedia, un término que cada vez se vuelve más frecuente en nuestro vocabulario y con cierta razón, ya que si un área del diseño y de los medios en general ha tenido difusión y un vertiginoso crecimiento durante la época que nos ha tocado vivir, es la multimedia. La multimedia se entiende como toda aquella integración de diversos medios (como su nombre lo indica) entendiéndose texto, imagen, imagen en movimiento y audio para transmitir una información. Ahora bien, últimamente la multimedia ha sido relacionada con la informática y el mundo digital y de qué otro modo se podría entender en un mundo en donde los sistemas informáticos rigen el mundo y sus actividades? Con el avance de la tecnología, la multimedia ha avanzado excesiva y rápidamente en cuestión de comunicación e interacción entre los usuarios gracias a la aparición de los llamados hipertextos, que consisten en almacenar información con contenido de diversos medios en bloques conocidos como nodos. Estos nodos, a su vez, se integran por medio de enlaces en una estructura o sistema base que posibilita que los usuarios puedan revisar o consultar dicha información, siempre y cuando se pueda recuperar de la base, conectando a dichos personas entre sí. Ahora bien, la multimedia  de éste modo finalmente encontraría una forma de almacenamiento de información que le permitiera difundirse entre los usuarios suscritos a la base, dando como resultado el nacimiento de su hermana mayor, la hipermedia (denominada así por la fusión de los términos multimedia e hipertexto). Ya hablando desde éste punto de vista, la hipermedia ha posibilitado que el contenido multimedia (fotos, videos, música y texto) sea transferido, consultado y recuperado cuantas veces se desee por el usuario a través del sistema de nodos del hipertexto, siendo un claro ejemplo las redes sociales. He oído hablar a menudo del “San Facebook” y es que para muchos usuarios web la verdad la tienen las redes sociales y ya no se detienen a ver la verdad orgánica y naturalmente como se podría brindar durante una tranquila conversación, sino que confían más en la información presentada por medio de la hipermedia del siglo XXI. Primero la aparición del chat, luego la posibilidad de poder crear Avatares en línea, convirtiendo a cualquier persona en quien siempre quiso ser y ahora los medios excesivamente compartidos por medio de esta red mundial de transferencia de información han provocado un repentino deterioro en la forma en que nos relacionamos los seres humanos, cada vez es menor la  autenticidad de un usuario en sus perfiles de facebook o twitter o alejado de la realidad su avatar, se pueden mantener conversaciones serias y en tiempo real con amigos o familiares por medio de Messenger o Skype y cada vez en menor el número de gente que no tiene acceso a éstos servicios. Por todo esto, la hipermedia es la droga más poderosa del siglo en curso y si no la sabemos aprovechar sustentablemente causará una total deshumanización en los de nuestra especie, llevándonos hacia un futuro cada vez más incierto donde el amor será virtual y las relaciones digitales